La actividad profesional del
arquitecto debe partir del total compromiso con el usuario al que va
dirigida su obra. Ya se trate de un individuo, una familia o una
comunidad, la arquitectura ha de estar al servicio de las personas,
partiendo de valores clave como la integración, la función o la sostenibilidad.
Toda
buena arquitectura es consciente y sensible del entorno en el que se
asienta. Partiendo de la premisa de que toda actuación en un lugar va a
modificar o alterar ese lugar, la cuestión es saber que aportación
debemos hacer y con que intención hemos de intervenir.
Cada
obra arquitectónica está enfocada a la actividad humana; responde a un
problema, a unas necesidades. Entender estos condicionantes en cada
caso concreto y plasmarlos de forma legible a la hora de estructurar la
idea, será un factor fundamental para un desarrollo responsable y
coherente del proyecto.
Más que nunca, conceptos como la sostenibilidad
adquieren una dimensión primordial en el mundo de la arquitectura; no
sólo desde el punto de vista medioambiental, sino también económico y
social.
En b+t arquitectos queremos aportar
nuestra visión de la arquitectura, una arquitectura cuyos valores se
cimentan en el compromiso y la responsabilidad hacia el cliente, el
proyecto y la realidad ambiental.