La actuación busca ser lo más respetuosa posible con el volumen existente, manteniendo prácticamente intactos los muros y huecos existentes, así como su escala y alturas. Como en la mayoría de edificios antiguos, las ventanas existentes son de pequeño tamaño, lo cual limita en gran medida la luminosidad interior. Con estos condicionantes tan marcados, el principal desafío fué el de lograr de los espacios interiores la mayor apertura y continuidad posible, permitiendo el mejor acondicionamiento interior y una correcta relación con el entorno.
La solución propuesta parte de la creación de una planta en desarrollo escalonado, donde es el cambio de cota, y no los tabiques, el elemento divisorio entre las diferentes estancias, permitiendo que luz y aire circulen entre totas ellas.