La parcela sobre la que se plantea el proyecto muestra una serie de características de gran peso a la hora de definir el centro de ocio. Nos encontramos ante una topografía abrupta, de gran pendiente y una geometría complicada para das forma al programa. Estos factores hicieron que se desechara la idea de aunar todos los usos en un mismo edificio; encaminando el proyecto hacia una solución más orgánica, basada en el concepto de recorrido.
Otro factor de peso, además del topográfico, es la situación de esta parcela, en el extra radio de A Coruña. El centro de ocio se plantea como una serie de recorridos apoyados en nodos puntuales donde se concentran los usos. Dichos recorridos fueron proyectados con el objetivo de formar parte de la experiencia y el tratamiento; no como simples circulaciones. Dado el tipo de usuarios que previsiblemente emplearán estas instalaciones (personas venidas de la ciudad), no se pensó en el SPA como un "centro de baño rápido", sino como un tratamiento en conjunto, con el tiempo como cuarta dimensión arquitectónica. La experiencia del SPA es un proceso.
Evidentemente, el agua es la base de todo SPA. Es por ello que el agua debía ser la base en el concepto de recorrido. Como si de el cauce de un río se tratase, el agua está siempre presente en el recorrido, guiando al usuario a través de los diferentes tratamientos.
Los cuatro "nodos"
Nodo de acceso: sirve de reclamo hacia el exterior del SPA. Auna la gestión y la zona de esparcimiento exenta al programa húmedo
Nodo de filtro: transición entre zona seca y húmeda y organizada en base a los vestuarios.
Nodo central: Agrupa el gran vaso central y la mayoría de vasos y saunas secundarias. Es el núcleo de la zona húmeda en el que confluyen los recorridos.
Nodo de tratamientos: Concentra las diferentes salas de tratamientos e incluye un acceso rápido y cómodo desde el nodo filtro con el fin de facilitar su empleo a usuarios y servicio.
Otro factor de peso, además del topográfico, es la situación de esta parcela, en el extra radio de A Coruña. El centro de ocio se plantea como una serie de recorridos apoyados en nodos puntuales donde se concentran los usos. Dichos recorridos fueron proyectados con el objetivo de formar parte de la experiencia y el tratamiento; no como simples circulaciones. Dado el tipo de usuarios que previsiblemente emplearán estas instalaciones (personas venidas de la ciudad), no se pensó en el SPA como un "centro de baño rápido", sino como un tratamiento en conjunto, con el tiempo como cuarta dimensión arquitectónica. La experiencia del SPA es un proceso.
Evidentemente, el agua es la base de todo SPA. Es por ello que el agua debía ser la base en el concepto de recorrido. Como si de el cauce de un río se tratase, el agua está siempre presente en el recorrido, guiando al usuario a través de los diferentes tratamientos.
Los cuatro "nodos"
Nodo de acceso: sirve de reclamo hacia el exterior del SPA. Auna la gestión y la zona de esparcimiento exenta al programa húmedo
Nodo de filtro: transición entre zona seca y húmeda y organizada en base a los vestuarios.
Nodo central: Agrupa el gran vaso central y la mayoría de vasos y saunas secundarias. Es el núcleo de la zona húmeda en el que confluyen los recorridos.
Nodo de tratamientos: Concentra las diferentes salas de tratamientos e incluye un acceso rápido y cómodo desde el nodo filtro con el fin de facilitar su empleo a usuarios y servicio.