El hotel se plantea como un espacio de relación y referncia dentro del área de actuación. Por tanto el proyecto se creará por y para su espacio centtral, un gran patio inspirado en el claustro tradicional. Delimitándolo, dos volúmenes principales determinan la forma del hotel, un contraste entre dos cuerpos opuestos, uno liviano, de madera, y otro pesado, de hormigón. Formas que encuentran su punto de confluencia en las galerías que dan fachada al patio. Este contraste responde a una lógica funcional, el edificio es comprendido desde dos puntos de vista; el hotel como alojamiento y el hotel como servicio a una comunidad más extensa, como un equipamiento del área en la que se encuentra.El proyecto se resuelve semienterrado, encajado en la leve pendiente para no alcanzar alturas excesivas. Ambos volúmenes estarán unidos por un espacio de conexión, oculto bajo el terreno. Dicho espacio funcionará como recepción y área de descanso. En el otro extremo, la cafetería se proyecta desde el volumen de hormigón para delimitar el gran patio. Sera un elemento de bienvenida para todos aquellos que vengan de la playa, transformando su cubierta en terraza cuando el tiempo lo permita.Se prestará especial atención a los espacios generados en torno al proyecto, un mundo de jardines y plazas que harán que no sólo el edificio, si no todo su entorno, constituyan el elemento de referencia (más allá de la playa) que necesita el área de actuación.
El hotel se ha diseñado como un espacio de relació que genere posibilidades dentro del ámbito en el que se encuadra. Un elemento que de servicio a toda una comunidad. Mezcla de carácter público y privado, el hotel será un espacio rico en matices, donde cada usuario pueda encontrar su lugar.
