Centro de Arte del Neandertal

Concurso. Localización: Piloña



A la hora de afrontar el proyecto se plantean dos objetivos principales. por un lado, crear un elemento representativo, simbólico, un punto de referencia en el entorno en él que se levanta. En este sentido, se opta por un edificio contundente que, sin dejar de lado la integración, se muestre con gran personalidad. Por otro lado, el proyecto estará cargado de significados en relación a ese pasado distante que se pretende dar a conocer. En referencia a ello, se manejarán conceptos y contrastes que establezcan un tránsito entre el presente y el pasado.

Se entenderá el área museística como un recorrido lineal, una caverna simbólica buscando un aprendizaje guiado.

La formalización de las ideas antes descritas parte del despliegue del recorrido museístico en la difícil geometría de la parcela. La caverna surgirá del terreno como un elemento contundente, pétreo, proyectándose hacia el cielo para albergar las exposiciones temporales, punto de unión con el resto del edificio. La piedra será ese elemento protector, evocando el cofre que resguarda un tesoro y la tierra de la que proviene. La luz penetrará en ella a través de un corte cenital, “la grieta”, símbolo de la travesía al pasado, del descenso a las profundidades.

Apoyado sobre el pedestal pétreo, el gran volumen metálico volará liviano dando la bienvenida a todos los usuarios. Representará la modernidad, lo dinámico frente a lo estático, la apertura frente a la protección. Albergará todos aquellos espacios que sirvan de apoyo al citado recorrido, haciendo funcionar al edificio.
Una representativa celosía metálica creará un contrapunto tecnológico frente a las tradicionales superficies de piedra, tamizando la luz entre interior y exterior y dotando al edificio de una personalidad propia.

El proyecto por tanto, surgirá del juego de contrastes entre sus dos elementos principales, dos épocas en tensión que convergerán en una espacialidad interior integradora, capaz de dotar al conjunto de la unidad necesaria que lo transforme en un símbolo.

La envolvente metálica será uno de los elementos que doten al proyecto de mayor personalidad. en un juego modular de dos tipos de paneles (uno perforado, y otro lamado), la piel del edificio se muestra como un mosaico que tamiza de forma variada la luz. Este juego lumínico permite que el centro de arte se transforme entre el día y la noche, mostrando dos potentes imágenes opuestas.