Identidad: Conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás.
¿Cuál es la identidad del Ateneo?, ¿cuál es la imagen que proyecta la institución?, ¿cómo se puede modernizar esta imagen sin perder su identidad?.
Se presenta el delicado reto de intervenir en un espacio con un potente valor representativo y una marcada identidad. La intervención ha de ser sutil a la vez que contundente. Debe respetar el espacio existente a la vez que lo reconfigura. Ha de ser un reclamo, un reflejo de modernidad y distinción preservando al mismo tiempo una imagen a la altura de la categoría de la institución.
Respuesta: La solución al problema se enfocará fundamentalmente en cuatro direcciones:
Adaptación a un lenguaje moderno. Los elementos decorativos no protegidos serán simplificados ofreciendo una mejor lectura del espacio y una potenciación de los diferentes paños que conforman el vestíbulo. Se evocarán las líneas existentes acentuando el protagonismo de la escalinata como elemento definidor del espacio.
Fluidez espacial. Los paños en los que se sitúan las puertas de distribución serán modificados. Se añadirán efectos de transparencia que den continuidad al espacio del vestíbulo proyectándolo hacia el interior.
El reclamo, la luz, el sonido, la modernidad. El techo del vestíbulo introducirá el contrapunto dinámico. Un bosque vibrante de madera y luz que complementa y doma el espacio, generando una tensión entre tradición y modernidad y dotándolo de una personalidad única.
Comunicabilidad. El mármol blanco se presenta como un lienzo encargado de comunicar el edificio con sus usuarios. Los contenidos se reflejarán en su superficie mediante el uso de vinilos en función de las actividades que se realicen.
El resultado será una propuesta capaz de respetar el espacio existente modificándolo al mismo tiempo. El espíritu de la institución se ve representado en un espacio nuevo a la vez que familiar, un espacio tallado en madera y mármol.
Distinción
Dentro de un planteamiento unitario en el que el espacio se percibe como un juego de tensiones que conforma un todo; existe un elemento que destaca sobre los demás. El techo de roble describe una suave onda que acomoda la escala del espacio en relación a la escalera. Es un elemento vivo, dinámico, formado por cientos de piezas de madera que, suspendidas del techo, danzan suavemente con las leves corrientes. El resultado será un delicado murmullo, los susurros de un vestíbulo que da la bienvenida.
La luz se filtrará a través de este bosque proyectada desde piezas singulares que se deslizan hacia abajo. El resultado será un mosaico en movimiento de luz y sonido, capaz de otorgar al espacio una vitalidad y un espíritu únicos e inconfundibles.
Permanencia y cambio
El juego de tensiones habla sobre el contraste entre lo enterno y lo efímero, lo estático y lo dinámico, la permanencia y el cambio. La escalera, reflejo de tradición e inmutabilidad, dialoga con la reversibilidad de todos los elementos añadidos, cambiantes, fugaces; elementos que algún día alcanzarán el carácter atemporal del Ateneo.
¿Cuál es la identidad del Ateneo?, ¿cuál es la imagen que proyecta la institución?, ¿cómo se puede modernizar esta imagen sin perder su identidad?.
Se presenta el delicado reto de intervenir en un espacio con un potente valor representativo y una marcada identidad. La intervención ha de ser sutil a la vez que contundente. Debe respetar el espacio existente a la vez que lo reconfigura. Ha de ser un reclamo, un reflejo de modernidad y distinción preservando al mismo tiempo una imagen a la altura de la categoría de la institución.
Respuesta: La solución al problema se enfocará fundamentalmente en cuatro direcciones:
Adaptación a un lenguaje moderno. Los elementos decorativos no protegidos serán simplificados ofreciendo una mejor lectura del espacio y una potenciación de los diferentes paños que conforman el vestíbulo. Se evocarán las líneas existentes acentuando el protagonismo de la escalinata como elemento definidor del espacio.
Fluidez espacial. Los paños en los que se sitúan las puertas de distribución serán modificados. Se añadirán efectos de transparencia que den continuidad al espacio del vestíbulo proyectándolo hacia el interior.
El reclamo, la luz, el sonido, la modernidad. El techo del vestíbulo introducirá el contrapunto dinámico. Un bosque vibrante de madera y luz que complementa y doma el espacio, generando una tensión entre tradición y modernidad y dotándolo de una personalidad única.
Comunicabilidad. El mármol blanco se presenta como un lienzo encargado de comunicar el edificio con sus usuarios. Los contenidos se reflejarán en su superficie mediante el uso de vinilos en función de las actividades que se realicen.
El resultado será una propuesta capaz de respetar el espacio existente modificándolo al mismo tiempo. El espíritu de la institución se ve representado en un espacio nuevo a la vez que familiar, un espacio tallado en madera y mármol.
Distinción
Dentro de un planteamiento unitario en el que el espacio se percibe como un juego de tensiones que conforma un todo; existe un elemento que destaca sobre los demás. El techo de roble describe una suave onda que acomoda la escala del espacio en relación a la escalera. Es un elemento vivo, dinámico, formado por cientos de piezas de madera que, suspendidas del techo, danzan suavemente con las leves corrientes. El resultado será un delicado murmullo, los susurros de un vestíbulo que da la bienvenida.
La luz se filtrará a través de este bosque proyectada desde piezas singulares que se deslizan hacia abajo. El resultado será un mosaico en movimiento de luz y sonido, capaz de otorgar al espacio una vitalidad y un espíritu únicos e inconfundibles.
Permanencia y cambio
El juego de tensiones habla sobre el contraste entre lo enterno y lo efímero, lo estático y lo dinámico, la permanencia y el cambio. La escalera, reflejo de tradición e inmutabilidad, dialoga con la reversibilidad de todos los elementos añadidos, cambiantes, fugaces; elementos que algún día alcanzarán el carácter atemporal del Ateneo.