El presente concurso plantea el reto de transformar todos lo elementos, a priori desfavorables, del nuevo local en oportunidades a aprovechar. Los desniveles son empleados para dotar al local de riqueza espacial, la escasa iluminación impulsará a la búsqueda de soluciones novedosas como la caja de luz y ventilación que planteamos, la restricción económica y con ello la necesaria reutilización de mobiliario de la actual sede es tomado como un elemento de valor, capaz de marcar un orden y una modulación en el espacio que incluso es, mediante la fachada, trasladada al exterior.
A nivel funcional, entendemos que una delegación del COAG no solo es un elemento de administración, si no que es un lugar de encuentro y de actividad relacionada con nuestra profesión. Debe ser flexible y adaptable, capaz de albergar usos muy variados ofreciendo en todas las ocasiones un espacio de calidad. Dentro del local distinguimos espacios de uso definido y acotados necesarios para el funcionamiento diario (despachos, aseos) con otros fluidos y compartimentables para un uso más polivalente. Entendemos que ambos grupos no pueden ser tratados de la misma forma. Se debe pensar tanto en la comodidad de los trabajadores del local como de los usuarios.
El local se organiza en tras áreas. El área de atención al cliente y archivo como puerta de relación diaria con la institución. El área de servicio (despachos, aseos, almacén), con una altura controlada bajo la caja de luz que iluminará y controlará climáticamente el local. Y por último la zona de usos múltiples, cuya situación se deriva de la necesidad de obtener la máxima superficie diáfana. La sala de reuniones será el pivote que cosa las tres anteriormente mencionadas, pudiendo abrirse o cerrarse a las distintas estancias y cambiando el funcionamiento y la percepción del espacio.
Se trata de una propuesta contenida y responsable, sin alardes formales ni excentricidades materiales que, creemos, da respuesta a las necesidades planteadas por la institución dentro del actual contexto económico que nos ha tocado vivir.
A nivel funcional, entendemos que una delegación del COAG no solo es un elemento de administración, si no que es un lugar de encuentro y de actividad relacionada con nuestra profesión. Debe ser flexible y adaptable, capaz de albergar usos muy variados ofreciendo en todas las ocasiones un espacio de calidad. Dentro del local distinguimos espacios de uso definido y acotados necesarios para el funcionamiento diario (despachos, aseos) con otros fluidos y compartimentables para un uso más polivalente. Entendemos que ambos grupos no pueden ser tratados de la misma forma. Se debe pensar tanto en la comodidad de los trabajadores del local como de los usuarios.
El local se organiza en tras áreas. El área de atención al cliente y archivo como puerta de relación diaria con la institución. El área de servicio (despachos, aseos, almacén), con una altura controlada bajo la caja de luz que iluminará y controlará climáticamente el local. Y por último la zona de usos múltiples, cuya situación se deriva de la necesidad de obtener la máxima superficie diáfana. La sala de reuniones será el pivote que cosa las tres anteriormente mencionadas, pudiendo abrirse o cerrarse a las distintas estancias y cambiando el funcionamiento y la percepción del espacio.
Se trata de una propuesta contenida y responsable, sin alardes formales ni excentricidades materiales que, creemos, da respuesta a las necesidades planteadas por la institución dentro del actual contexto económico que nos ha tocado vivir.
