Medio, ética y arquitectura


Este texto resume nuestra pequeña intervención en el Congreso Internacional de Ecoinnovación que tuvo lugar en Ourense los días 14 y 15 de mayo. Si bien el congreso era más una plataforma para que diferentes empresas explicaran los proyectos que tienen entre manos, nuestro planteamiento fue el de hablar sobre la filosofía que seguimos en nuestro estudio día a día en relación a lo que entendemos por desarrollo sostenible.

Desarrollo técnico y sostenibilidad

La tecnología aplicada a nuestro sector ha buscado históricamente adaptar el medio y obtener unas condiciones de confort para el desarrollo humano. El hecho de que actualmente la sostenibilidad sea el centro de múltiples debates es reflejo de que existe un problema. De que el gran desarrollo tecnológico de los últimos años no se ha visto acompañado de una concienciación ética de la sociedad que emplea dicha tecnología.

En nuestra opinión, antes de preguntarnos "¿cómo podemos hacer algo?" debemos preguntarnos si debemos o no hacerlo. Los avances actuales permiten hacer prácticamente cualquier cosa. Como ejemplo; alguien ya ha respondido a la pregunta de cómo hacer una pista de esquí en Dubai; pero la pregunta importante debería haber sido si tiene o no sentido que Dubai tenga una pista de esquí.

Aprendiendo de la construcción tradicional

A lo largo de estos tres últimos años, nuestro trabajo se ha ido desarrollando principalmente en el rural, y hemos descubierto en la construcción tradicional unos valores y una coherencia en su integración con el medio muchas veces ausentes en la arquitectura actual.

A nuestro entender esto se debe a una imposición de las limitaciones técnicas de la época, que ante la imposibilidad de doblegar el medio, obligaban a adaptarse y sacar el máximo partido de él. Por otro lado, estas limitaciones generaban unos procesos constructivos que se dilataban en el tiempo, obligando a un contacto prolongado con el medio y perfeccionando así la integración en él.

El resultado es una arquitectura, en la mayoría de los casos muy bien implantada, con una buena lógica de aprovechamiento de las potencialidades del lugar; soleamiento, protección de vientos, relación con el entorno inmediato, posicionamiento estratégico, escala, etc...

Los actuales avances permiten una inmediatez que además la sociedad demanda. Esos procesos dilatados en el tiempo deben ser condensados y sustituídos por el presente desarrollo intelectual en disciplinas como la arquitectura, ingeniería y construcción. Una fuerte especialización permite alcanzar cotas de conocimiento muy elevadas, imprescindibles en un mundo complejo, para desarrollar una arquitectura a la altura de nuestro tiempo.

Con la nueva propuesta de Ley de Servicios Profesionales (LSP) se pretende que todos los técnicos abarquen mucho, apretando poco, por lo que creemos que es un enorme paso en la dirección aquivocada.

La arquitectura como bien social

Todo aquello que se construye va afectar al medio y a las personas que en él habitan, y estará ahí durante mucho tiempo. Entendemos por tando que la arquitectura es un bien social y no debe tratarse como un bien especulativo. Durante demasiados años esto no ha sido así y ha resultado evidente que los intereses del mercado poco o nada tienen que ver con el bienestar social que, a fin de cuentas, es lo que debemos perseguir.

En este mismo sentido, la arquitectura y el urbanismo nunca deben fundamentarse en planteamientos cortoplacistas, que no valoren el impacto que tendrán con el paso de los años. La nueva Ley de Costas es un ejemplo claro de cómo, pretendiendo dar discutible alivio a un problema coyuntural (el estado de coma del mercado inmobiliario), desde la administración no se encuentra nungún inconveniente en hipotecar el futuro de uno de nuestros mayores patrimonios, nuestro litoral.

Por desgracia, es comprensible que en la sociedad, al igual que en la administración, exista demasiadas veces una visión cortoplacista. Por ello y a otra escala, a menudo es complicado hacer entender a un cliente que, con una mayor inversión material y técnica en la construcción de su vivienda, podrá conseguir un gran ahorro a largo, o incluso medio plazo. La sostenibilidad tienen un coste, pero siempre es un coste rentable.

Compromiso

Defendemos la importancia de técnicos, empresarios y una sociedad responsable y comprometida. Defendemos el valor de las ideas expresadas desde el conocimiento y la ética como vía necesaria para construir un futuro sostenible.

Iago Fernández Blanco
Álvaro Touza Pol
Ourense, 14 de mayo de 2013