Reforma del Mercado de Tomiño

Localización: O Seixo. Tomiño


A lo largo del año 2014, dentro del grupo de trabajo Ágora, desarrollamos el proyecto de reforma y modernización del mercado municipal de Tomiño. El objetivo; una completa puesta a punto de unas instalaciones profundamente deterioradas, hecho que propiciaba su paulatina caída en desuso.

La intervención trata de resolver dos retos: por un lado el de replantear el concepto de uso de una plaza de abastos, entendiéndola como un espacio de encuentro y reunión más allá de un simple lugar de compras y, por otro lado, el de resolver arquitectónicamente los espacios para que se adecúen a esa nueva forma de uso.

Más que una plaza de abastos

Conocimos Tomiño como un municipio sin un centro de referencia fácilmente identificable. La reforma del mercado y la posterior reforma de la plaza de O Seixo, eran la oportunidad de reforzar este lugar como epicentro del concello.

La plaza de abastos tenía que ser algo más que un espacio para la compra, por ello se plateó una convivencia de usos que dotasen de vitalidad a un edificio infrautilizado. La planta baja se redistribuyó para el mercado diario, reservando espacio para puestos de carácter temporal, enriqueciendo la oferta. La planta alta se diseñó para puestos de carácter más heterogéneo, enfocados al ocio y la gastronomía, incluyendo un espacio aprovechable para la celebración de eventos. 

Conseguir un equilibrio entre dos plantas que pueden funcionar de forma conjunta o independiente fué una de las claves de la intervención.

La reforma

Además de la resolución de las deficiencias técnicas relativas a instalaciones, acabados y accesibilidad, se diagnosticaron diferentes problemas relacionados con la percepción y el atractivo del espacio.

Una de las sensaciones al visitar la plaza fué la de vacío. Los puestos centrales se desarrollaban en bancadas, que ocupaban prácticamente todo el espacio principal. De un vistazo se podía percibir toda la planta, un espacio demasiado amplio para la actividad existente. Este problema se resolvió redistribuyendo los puestos en dos islas de mayor presencia, controlando las perspectivas e invitando a recorrer y descubrir la plaza. Una correcta proporción entre espacio ocupado y vacío fué la clave para resolver este problema.

En la línea de lo ya mencionado, identificamos un problema general con la escala del espacio. La altura libre resultaba demasiado grande tanto en los puestos, como en especial en la planta superior. Como solución general se echó mano de celosías y falsos techos para adecuar la proporción de los espacios en función del uso. Estas celosía, de madera y acero, fueron además aprovechadas como señas de identidad y elementos característicos del nuevo mercado.

Por último, otro de los objetivos fué escapar de la imagen "fría" que transmiten muchas plazas de abastos. Si una de las premisas planteadas era hacer de esta plaza un lugar de encuentro, sus materiales debían dotarla de calidez. El ladrillo y la madera, tanto en mobiliario como en revestimientos fueron los materiales encargados de conseguir esto, aumentando su presencia a medida que se asciende en altura, alejándonos de las zonas más exigidas por el uso diario. Estos nuevos revestimientos y celosías realzan el contraste con la estructura original de hormigón y piedra, seña de identidad del edificio, estableciendo un diálogo entre los nuevos elementos y los originales.













WEB: www.mercadotomino.com
Fotografías: www.braisseara.com