Librería Maruxairas

Localización: Rúa da Cruz, Allariz


Situada en un pequeño bajo comercial, en el casco histórico de Allariz, la librería Maruxairas busca dar una nueva vida a los libros ya leídos. El local se concibe no sólo como un lugar de venta si no, como bien define en su página web, como un espacio en el que gozar de esa búsqueda, de ese paseo visual y táctil entre portadas, lomos, páginas, palabras, ilustraciones e historias. Con esa ese objetivo afrontamos el encargo.

El local es de pequeñas dimensiones y por ello la distribución busca ser lo más diáfana posible. Pese a ello, uno de los objetivos será el de crear diferentes ambientes, en consonancia a las diferentes variedades de libros expuestos. La colocación de los distintos elementos de mobiliario genera un pequeño recorrido en el que pequeños recovecos y zonas de asiento invitan a detenerse y hacer una pausa, a ojear uno libro o leer una líneas. El mostrador, situado casi al fondo, crea entorno a la ventana posterior y al mobiliario de esta zona una pequeña estancia de carácter más íntimo y recogido.

Cuatro son los muebles que crean espacio a medida que nos introducimos en el local:

El primero, situado en la zona de acceso, está realizado con tubulares de acero que, a modo de pórtico, envuelven el espacio. Ocupa las dos paredes; en la izquierda se organiza como soporte para introducir cajas de libros a modo de cajonera y en la derecha sirve de base para la colocación de baldas, con zona de banco y almacenaje en la parte inferior. Superiormente, los dos elementos se unen por la propia estructura de acero, funcionando como soporte de maceteros para plantas colgantes, creando un ambiente propio en esta zona.

El segundo mueble consiste en una estantería más tradicional. Está realizado en madera enlistonada y tiene la peculiaridad de incorporar una pequeña bancada en el conjunto, sirviendo como zona de lectura.

El tercer elemento está compuesto por un área de baldas de madera ancladas a la pared, con zona de exposición en la parte alta y de almacenaje en la baja. Integrado con este elemento se sitúa el mostrador, diseñado con lineas sencillas.

Por último, en el fondo del local se crea el ya mencionado recinto de carácter más íntimo entorno a la ventana, mediante una combinación de estantes y baldas integradas con una nueva zona de asiento.

Los materiales de paredes, en la que se recuperan a la vista diferentes tramos del muro de piedra original, junto con la variada composición refuerzan el carácter propio de cada ambiente.























Fotografías: Carmen Blanco y propias